4 pasos para transformar tu situación
Por: Enrique Méndez
Como seres humanos tenemos una vida llena de compromisos, retos y sueños que deseamos cumplir. Nuestra naturaleza es superarnos a nosotros mismos, pero si no lo sabemos manejar, ese sentimiento de superación puede volverse estresante.
Es normal que a medida que avanzas en el día queriendo cumplir todo lo que te propones, puedes caer en situaciones desventajosas o que simplemente cambian tus planes y te desmotivas. Sin embargo, al final del día siempre existe una opción fácil de aplicar y tan poderosa que puede cambiar cualquier resultado negativo a una positivo.
La clave esta en tu mentalidad. Seguramente has escuchado sobre la fuerza que tiene la mente sobre nosotros mismos. Incluso lo hemos escuchado tanto que se ha perdido la credibilidad o relevancia en el tema. Pero este es un caso diferente, ya que te comprobaré que tienes la habilidad de empezar a cambiar lo negativo a positivo. Solo sigue estos 4 pasos:
1. Piensa en tu objetivo.
Primero cierra los ojos, relájate y piensa en el objetivo que deseas lograr. No existe nada más que tú y el objetivo frente a ti.
2. Visualizate logrando tu objetivo.
Una vez que lo tienes en mente ahora visualízate a ti mismo, pero ya con el logro de haber cumplido ese objetivo.
3. Siente la satisfacción de lograr tu objetivo.
Pregúntate ¿Cómo se siente haber logrado tu objetivo? Y permítete sentirlo en ese momento. Siente la emoción en tu pecho, pudiste lograr lo que tanto te costó y al final te sientes empoderado y confiado de que cualquier obstáculo que se presente frente a ti podrás superarlo sin ningún problema.
4. Manten el sentimiento.
Conecta con ese sentimiento por un momento y llévalo contigo en el resto del día. No te preocupes si de pronto se te olvida. Puedes volver a hacer el ejercicio las veces que necesites y te darás cuenta de que cada vez es más fácil mantenerlo.
Después de ésta práctica te darás cuenta que tienes una capacidad increíble de sentir algo que todavía no ha sido logrado y aquí esta la clave: Para que una experiencia pueda suceder en tu realidad, tienes que empatar tus acciones con lo que quieres lograr. Por ejemplo, si tu objetivo es tener un mejor trabajo, las acciones que empatan son: aprender lo que te hace falta y empezar a aplicar a trabajos que te interesen; las que no empatan serían quedarte a ver la tele todo el día o no buscar opciones de trabajo.
Tienes que tomar las desiciones que toma una persona que ya logró el objetivo que quieres lograr. Cuando físicamente estas siendo “uno con el futuro” en el momento que sueñas, experimentarás la recompensa de una nueva realidad.
Ahora que ya lo sabes, aplícalo antes de llegar a tus clases en el CCAI y verás cómo cambia tu visión de las cosas. ¡TU PUEDES!